Mini rollos de alfalfa, una solución tecnológica para pequeños productores

En el norte santafesino, un productor ganadero que usa la pastura para sus animales y provee a terceros encontró en la novedosa máquina un recurso a su medida.

Angel Furrer, en Nicanor Molinas, departamento General Obligado, puso a la alfalfa en el eje de su negocio ganadero. A excepción de los tamberos, que sí la usan, es de los pocos en la región que apuesta por la utilización de la reina de las forrajeras para la producción de carne. Con la firme convicción de mejorar el manejo al máximo, ahora incorporó una novedosa mini rotoenfardadora que aporta versatilidad en la logística y suministro del alimento.

Innovación en el agro: el uso de alfalfa y tecnología para potenciar la ganadería
El trabajo consiste en el pastoreo directo para consumo de animales y la confección de rollos para sí mismo y para venta a terceros. “Es una pastura muy noble, no me salgo”, dijo.

En la zona, lo habitual es combinar verdeos de invierno y verano con un sorgo o moha para enrollar.

“Si la pegás con el agua, bien; si no fracasaste”, apuntó.

Aunque requiere manejo, sobre todo para evitar el empaste, “esto es otra cosa”, dijo. Mientras las pasturas subtropicales como grama rhodes sólo aportan fibra o volumen en el verano, con la alfalfa tiene proteína y digestibilidad. “Falta hacer el click en la cabeza”, planteó, entre sus colegas.

El impacto de la maquinaria agrícola en la producción de carne y pasturas
Con poco más de 60 hectáreas implantadas, Furrer ya piensa en hacer unas 20 más. Y para su escala, la pequeña herramienta resultó una pieza muy útil. Por la cuarta parte del valor de una rotoenfardadora convencional, con la que además le sobraría capacidad de trabajo, adquirió este elemento que le permite manejarse independientemente de un contratista.

“La alfalfa es muy delicada, si llegás tarde a enrollarla después de cortarla se le cae la hoja; y si llegás temprano se arde”, explicó. Y lograr que quienes brindan el servicio de enrollado lleguen en el momento justo no es fácil, porque lógicamente no siempre están disponibles para hacer un trabajo sobre pocas hectáreas.

Los “mini rollos” tienen 25 a 30 kilos, como un fardo. Por lo que la primera ventaja de la herramienta es que trabaja sin alambres, como las enfardadoras tradicionales. Tampoco utiliza correas, sino que opera en base a un sistema de rolos, engranajes y cadenas, por lo que hay menos complicaciones y roturas.

Del campo al mercado: los mini rollos que duplican el valor del heno
Para abastecer a pequeños productores o habituales consumidores de fardos, como propietarios de caballos de carrera, la otra ventaja es que se pueden manipular sin necesidad de contar con un pinche, como si requieren los rollos.

Además, el kilo de heno se puede cobrar el doble con los mini rollos. Mientras que los rollos grandes se pagan a razón de $100 el kilo, los chicos se cobran $200.

Entre las desventajas, la principal es la necesidad de contar con un lugar techado para el acopio, a diferencia de los rollos convencionales que pueden quedar a la intemperie. Sin embargo, se le puede adosar una empaquetadora, que envuelve el mini rollo en un film hasta dejarlo al vacío. “Quedaría como un silo; un bombón le dicen”.

Sobre la forma de trabajo, aseguró que “no tiene mucho secreto”. La capacidad de enrollado depende de la humedad de la pastura. “Si la gavilla es grande, en 10 metros te tira un rollo; si es pobre, cada 20/30 metros”. La máquina funciona con la toma de fuerza del tractor y cuando se llena la cámara y baja el atador, suena la bocina y hay que parar. Desde la cabina se acciona un pulsador para que levante la tapa y expulse el rollito.

Furrer había alquilado una de las pocas mini rotoenfardadoras que hay en la zona y le resultó tan útil que decidió comprarse una. Hoy, con la suya, suman cuatro en la región. “Es algo nuevo; son cosas que van entrando y se van adoptando de a poco”, concluyó.

Fuente: airesdesantafe.com.ar